Por un instante tan sólo pude olvidarme de mí,…. y el tiempo pasó a ser algo más que el propio tiempo,… y sació nada de todo,…. tan despacio y tan deprisa que cobró más vida en el después recordado,… por su tranquila belleza,… por su armonía sincera,… logré rescatar momentos que quedaron marcados en los surcos que dan nombre a la memoria,…. que logran acercar los detalles pequeños,… no buscados,…. esos que nacen desapercibidos,….esos que esconden tanto en tan poco,… y conseguí ver la mirada cómplice de un desconocido,… el sentir espontáneo de las pieles distantes,… surgidas de historias distintas,… llenas de sentimientos iguales,…. de lágrimas y sonrisas sin idioma,… que demuestran que no somos diferentes aunque existan diferencias,…. que sentir es patrimonio del alma,… y el alma no reconoce las barreras que creamos las personas,… por un instante tan sólo pude olvidarme de mí,… y fui un trozo de mundo dispuesto a ser respirado,… y pude respirar mundo,… y quizá por vez primera logré sentirme habitado,… y quizá por vez primera,… dejé de ser habitante,….
PD: Dios no me quiere y el Diablo me tiene miedo.
José Ramón Marcos Sánchez
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